domingo, 19 de octubre de 2008

El color del toreo: un par más

VICTOR ZAR G.

“En una ocasión mientras pitaban a Sánchez Mejía éste gritó: “Las broncas a ese -por Juan- que es el empresario y para llevárselo todo compra toros mansos”. Belmonte se dirigió al astado para hacerle un quite, bordó tres verónicas y una media antológica. Regresó al burladero y dijo en alto a Ignacio: “¿No decías que el toro era manso?”. Lo que pasa es que tú no sabes torear”. (Pág. 180).

Ángel Valdez nació el 2 de octubre de 1838, en el pueblo de Ingenio, Ica. Toreó por primera vez el 7 de agosto de 1859, alternando con Antonio Marín y José Ortiga. Se retiró de los ruedos a los 71 años de edad, el 19 de setiembre de 1909. Murió el 24 de diciembre de 1911.

“De su hombría, de su honestidad, de su confianza en la estocada dice bien la anécdota aquella que cuenta que en una oportunidad, ante la negativa de los matadores Marín, Ortega y Lara, para torear a órdenes de Ángel, el empresario decidió suspender la corrida a lo que Valdez respondió que no había razón para ello.

- ¿Quiénes se encargarían de despachar los doce toros de la corrida?, preguntó aquél. A lo que éste contestó tajantemente:

- Yo.

- ¿Tú?

- Si. Y no los mataré sino que también los banderillearé.

Hizo el paseíto sólo al frente de las cuadrillas, escuchando una ovación delirante. “Uno a uno - dice Calmell- fueron saliendo del toral los doce toros y uno a uno fueron cayendo al golpe de certeras y fulminantes estocadas, en los que se contaron algunos pares de banderillas puestas con la boca y precisión admirable”. La vieja mama Dolores nos contaba cuando éramos muy niños que Ángel Valdez clavaba banderillas con los dientes. Nunca pudimos imaginarnos que eso fuera realidad”. (Pág. 169).