domingo, 6 de febrero de 2011

TRES OREJAS PARA PACO CÉSPEDES hoy en Torokuna

Tarde de buen juego de la debutante ganadería Casablanca y triunfo de Céspedes con tres orejas y dos para Pardo, la espada privó el mayor corte de orejas.

Plaza Torokuna en el Colegio Tupac Amaru de Villa María del Triunfo.
Con menos de media plaza cubierta se lidiaron 4 ejemplares de la ganadería "Casablanca" propiedad de Fernando Sánchez, según se anunció de procedencia Santa Rosa de Lima, terciados, flojos de remos y manejables, destacando el segundo.
Alternaron Cristobal Pardo, de turquesa y oro con remates azules y Paco Céspedes de obispo y oro.
En su primero Pardo dejo verónicas de buen trazo y cubrió el tercio de banderillas con lucimiento. Con la muleta destacaron las tandas por derecha, estirándose y conectando con el tendido. Pinchó reiteradas
veces silenciandose su labor.
En el corrido en tercer lugar no hubo nada que resaltar con el capote. Con los garapullos estuvo animoso y animando a la concurrencia.
El burel hacia extraños en su embestida desde su salida, por lo que no estuvo confiado hasta la mitad de faena de muleta. Cuando encontró el sitio pegó buenas tandas por derecha, rematando algunas de rodillas y buscando el efectismo. Pinchazo y buena estocada para que el juez le premie con dos orejas que no paseó.
Paco Céspedes lidió en primer turno al mejor ejemplar de la tarde. Verónicas ligadas con chicuelinas y una larga fueron el prólogo de su quehacer, con la muleta, en tandas cortas, de buen trazo, toreando con
clase y profundidad logró calentar al público. Mató de una gran estocada y fue premiado con dos orejas.
Recibió a su segundo con una larga cambiada de rodillas, para luego lancear por verónicas a pies juntos, intercalándolas también con chicuelinas.
Con la franela, toreó a media altura pues su oponente nunca humilló consiguio buenos pasajes por derechazos y mejores al natural, cierra su labor por sanjuaneras y receta un pinchazo y otra gran estocada,
el juez le otorgó una oreja.
Finalizó el festejo con los dos matadores y el ganadero a hombros tras el triunfo.