domingo, 9 de octubre de 2011

David Mora y Talavante lo mejor del finde en Zaragoza



Dos toreros que están en el cartel de Acho 2011 han sido los protagonistas por su capacidad, concepto y triunfo en este fin de semana en Zaragoza. Ellos son David Mora y Alejandro Talavante.

Mora construyendo faenas importantes, clásicas, de sabor y torería ante toros que no eran fáciles siendo incluso robado del doble trofeo en su primero por un juez que no midió con el mismo rasero a todos.

Por su lado, Talavante, volvió a construir un sueño, una de esas faenas antológicas pero de pura fantasía. Desde el capote con lances dados con el revés del capote hsasta con muletazos de genuina inspiración, toreando a placer, como si estuviera en el salón de su casa, tuvo eso sí un jabonero de Cuvillo que permitió crear, nunca mejor dicho, una obra de arte soñada, una vez más pinchó pero eso quedó ahí, que más da si las orejas y el rabo que merecían si firmaba la obra no llegaron. El cincel de su alma que creo la obra quedó ahí.

Sábado 8 de octubre. Plaza de Zaragoza. Tercer festejo de la Feria del Pilar. Un tercio de entrada. Seis toros de Antonio Bañuelos, astifinos, desiguales de presencia y con movilidad. Los mejores, el templado primero y los francos segundo y quinto. El tercero, orientado. El cuarto, deslucido. El sexto, móvil y sin humillar. Serafín Marín: oreja tras aviso y ovación. Alberto Álvarez: oreja en ambos. David Mora: oreja con petición de otra y bronca al palco y oreja.

Domingo 9 de octubre. Plaza de Zaragoza. Cuarto festejo de la Feria del Pilar. Lleno. Seis toros de Núñez del Cuvillo, muy desiguales de trapío, algunos, como el quinto, impresentables. Corrida correosa y desclasada. 1º, rabioso y malo. 2º, informal de largo viaje y rajado. 3º, de sobresaliente ritmo y notable clase. 4º, impetuoso, apretando por dentro sobre el derecho y mejor por el lado zurdo. 5º, inválido y deslucido. 6º, inválido de las manos y geniudo. El Fandi: ovación y ovación. José María Manzanares: oreja y silencio tras aviso. Alejandro Talavante: oreja tras aviso y ovación tras aviso.