lunes, 26 de enero de 2015

Un proyecto muy valioso para Acho y para el Rímac

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 Reveladora propuesta de un museo de sitio en los linderos del coso más antiguo de América


Fue presentado días atrás y le valió a su autor el título de grado con honores en la Universidad UPC. Su decano, el arquitecto Cruchaga Belaúnde, reconocidísimo profesional en el ramo, nos dijo al salir, es un gran trabajo que servirá mucho a esa zona tan postergada, con tanta carga histórica. Y es verdad. 

Naciente como suburbio en 1562 y políticamente como distrito en 1920, el Rímac sigue siendo un relegado en oportunidades y esta propuesta podría ser, no sólo beneficiosa para Acho y el distrito de abajo el puente sino también, la nave insignia de la culturalidad para los conos confluyentes: Norte, Este y Sur, siendo un complemento al gran parque pensado para la márgen izquierda del río hablador. 

Su autor, el arquitecto Sebastián Arenas Álvarez Calderón, planteó por delante su gran afición a los toros como leit motiv de su trabajo que consiste en colocar un museo que exponga el patrimonio cultural del Rímac y sea parte inicial del eje turístico conformado por el Jr. Hualgayoc, el Paseo de Aguas, la Alameda de los Descalzos y la de los Bobos (que cuenta con financiamiento del Patronato) complementando el proyecto ganador del “Concurso de Tratamiento para el Espacio Público El Rímac”, que podría incluir además el anunciado Teleférico (del Parque de la Muralla al Cerro San Cristóbal) así cómo la esperada remodelación de Acho y el Mirador de Ingunza. 

Sería una primera acción de “restauración urbana que desencadene otras propuestas para la recuperación del centro histórico del barrio bajopontino, que suma alrededor de un tercio del reconocimiento que obtuvo Lima de la Unesco como Patromonio Mundial de la Humanidad”

El Museo RímacMUR- estaría ubicado en el cruce de la Av. Piñeiro y el Jr. Hualgayoc vía la expropiación de cuatro inmuebles (Ley 29650 y dictamen). Según el proyecto, el MUR tendría su mayor área en los sótanos por lo que el espacio público alcanzaría los 10 mil m2 como área libre que disfrutarían también los asisentes a la Bicentenaria en temporada taurina como los que acudan a otros espectáculos el resto del año, con un área de 300 estacionamientos nuevos que satisfacerían la demanda del coso según las normas de Reglamento Nacional de Edificaciones, debiéndose restaurar una casona aledaña declarada monumental y el Mirador de Ingunza como parte de todo el complejo.


Arenas Álvarez Calderón busca “concentrar el protagonismo visual de la zona en los tres edificios monumentales, que son la plaza, el mirador y la casona, por ello el piso de la plaza como el acabado de las fachadas del museo serían en tonos de grises propios del concreto expuesto y que contrastan con la viva paleta de colores que presentan dichos elementos, su forma responde a la cuadrícula original con la que se diseñó el distrito rimense, que se mantiene casi intacta hasta hoy.” 

Sólo deseo que esta propuesta no sea un proyecto más desperdiciado y que sirva para empezar a poner en valor un distrito que por su misma historia constituyó el enraizamiento de la de nuestro país. Que no sea uno de los posibles futuros, como un juguete en una esfera de vidrio en una ‘ciudad invisible’ de Calvino.

APUNTE:   Existe un Patronato del Rímac cuya visión es la recuperación, conservación y puesta en valor del centro histórico del distrito para contribuir al fortalecimiento de la inclusión e identidad local en la que este proyecto encajaría como pieza de relojería.

(Publicado hoy en el diario Expreso)