martes, 2 de agosto de 2016

Ángel Puerta única vuelta al ruedo en Celendín

Entre broncas y protestas y solo una vuelta al ruedo para Angel Puerta, termina la 4a de Feria en Celendín. Tarde nublada y plaza llena.

El Primer toro de Salamanca fue para el rejoneador Andrés Chica. Fue un toro negro, serio con buena lámina, clava el rejón de castigo en todo lo alto. De la misma forma se luce con las banderillas, estando muy bien en la cara del toro con temple y eficacia.

Todo esto no quita el lamentable espectáculo ofrecido por el rejoneador y su cuadrilla, tras la mala ejecución de la suerte suprema, cayendo el rejón trasero y caído que no causó efecto. Es cuando por orden del rejoneador su peón de brega toma en mano la muleta y el estoque y, ante la sorpresa general, entra a matar al toro y se armó la bronca.

Por altoparlantes el palco pide al rejoneador que ejecute la suerte y en medio de la bronca suena el tercer aviso y el toro no pudo ser devuelto a los corrales como se debía, por falta de condiciones en el ruedo, entonces el juez autoriza que le den muerte en el ruedo. Otra Sonora bronca.

El segundo de la tarde fue para el peruano Morenito de Canta. Era un San Pedro, negro y alto de cruces, alegre de salida que acomete con codicia al capote del canteño.

Lo recibe con unas intensas verónicas y un remate que el público premia con aplausos. Sin ponerlo en suerte, el toro recibe un buen puyazo. Con la muleta Morenito no logra cuajar ni someter al de San Pedro. Vimos al nacional desconfiado y sin entregarse. Entra a matar con una muy trasera y caída estocada, se demoran con el descabello suena el aviso. Se forma un mitin nuevamente. Vuelve a entrar a matar y coloca una entera pero se eterniza con el descabello y suena el segundo aviso. Pasan varios minutos de desorden en el ruedo hasta que dobla el de San Pedro. Silencio.

El último de la tarde fue un colorao bien presentado de Salamanca. Ángel Puerta lo recibe con unas verónicas que son lucidas para el público. El toro hace pelea de bravo en el caballo y recibe un buen puyazo. Con la muleta el toro se queda corto sin entregarse pero el torero no se aburre y consigue uno que otro muletazo, que ya son deslucidos. Con la espada logra un mete y saca para luego con una media conseguir que doble el astado. Es premiado con una vuelta al ruedo.

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